De principio a fin

Temporada 1

A Hotch le encargaron evaluar a Gideon con intención de ver si estaba preparado para volver a trabajar a tiempo completo.
El equipo se enfrentó a un asesino que conocía datos íntimos de cada uno de los miembros de la unidad.
Hotch y Haley introdujeron al nuevo miembro del equipo: su hijo recién nacido, Jack.
La Unidad comienza una búsqueda en la que Gideon advierte de que el asesino puede ser uno de los mismos investigadores que participa en el caso.
El equipo recibe la noticia de que la CIA sospecha que hay un topo en la unidad de contraataque terrorista.

Hotch y Reid estuvieron preocupados por Elle, pues estaba demasiado involucrada emocionalmente en los casos.
JJ se enfrentó a sus propios demonios mientras el equipo intentaba superar la marcha de Elle.
Emily Prentiss llegó a la Unidad para sustituir a Elle y demostrar por qué es la mejor para el puesto.
Hotch descubrió un secreto del pasado de Morgan que le hizo replantearse todo lo que creía conocer sobre él.
Reid trató de hacer vida normal tras haber sido secuestrado.
Mientras tanto, el Jefe de Sección, Erin Straus, buscó información sobre Hotch al no seguir las pautas de ayuda a Gideon.

Emily decidió dimitir, Hotch pidió el traslado a otra unidad y Gideon había desaparecido.
La Unidad dio la bienvenida a un nuevo miembro: el veterano David Rossi vuelve a la acción y al FBI tras un período de semi-retiro.
García tuvo que pelear por su vida, mientras su equipo peleaba por encontrarla.
Rossi dirigió al resto del equipo a Indianápolis para resolver, de una vez por todas, un caso que le llevaba atormentando 20 años.
JJ trató de mantener oculto un secreto que le llevaba martirizando desde hacía tiempo.

Gideon no pudo soportar el sentimiento de culpa tras el homicidio de su amiga e, incapaz de dedicarse a otros casos, abandonó el equipo.
El disparo que recibió García en la temporada anterior tampoco ayudó en exceso.
Aún así, el equipo tuvo que centrarse en lo que seguía siendo su objetivo: seguir resolviendo los crímenes como solo ellos saben.
Emily vivió la experiencia más dramática de su vida cuando un equipo del SWAT, Spencer y ella son tomados como rehenes por varios miembros armados de una secta.

Lo sucedido al final de la T4 dejó al equipo afectado psicológicamente, especialmente a Hotch, quien se debatía entre la vida y la muerte.
Un caso investigado por la Unidad llevó el ámbito profesional y personal de Rossi al límite.
Strauss interrogó personalmente a los miembros de la Unidad, uno por uno para conocer los detalles que ocurrieron cuando el Violador regresó a Washington para continuar su batalla contra Hotch.
Los acontecimientos no podían dejar ya a Hotch indiferente, y el agente se toma un tiempo de descanso para, además, sopesar su futuro en el FBI.

La unidad recibe a Ashley Seaver, una nueva incorporación llena de ganas de aprender y ayudar al equipo en sus investigaciones de los crimines más perversos relacionados con tráfico de personas, asesinatos en Ciudad de México y asesinos en serie que dejan una huella rastreable y que, una vez más, la unidad tendrá que hacer frente.
Se puso en duda si JJ permanecía o no en la Unidad de Conducta, ya que recibió una inesperada oferta de un gran órgano de EEUU por la que se vio tentada a emprender otros caminos, coincidiendo justo con la misteriosa desaparición de una niña.

Habían pasado siete meses desde la supuesta muerte de Prentiss y tres desde que JJ regresó a la Unidad.
Empezaron los rumores y la desconfianza por averiguar si realmente Prentiss había muerto, por lo que Morgan comenzó con las investigaciones para saber la verdad, sin contar con la autorización del FBI ni de sus superiores. La decisión de Hotchner y JJ fue permanecer al margen del jefe de departamento.

Hasta ahora La Unidad de Conducta se había enfrentado a muchos desafíos y retos, ahora, solo tendrán un enemigo.
Nuevos roles y medidas de actuación para un desconocido que se hace llamar “El Imitador”, un poderoso personaje que cuestionó la eficacia del equipo repitiendo crímenes anteriores ya resueltos por la unidad.
Tras el adiós de Emily, se incorporó Alex Blake.
Reid tuvo un mayor protagonismo emocional y psicológico hasta ahora no mostrado en anteriores temporadas.

La unidad se enfrentó a un duro momento: La situación que atravesó Reid tras el asesinato de su mujer sumado a los abandonos en el equipo hizo que se vivieran momentos de dificultad.
A pesar de ello, la unidad se mantuvo unida y cogió impulso para continuar haciendo lo que mejor se les da: atrapar e investigar los casos más complicados.
Aparecieron nuevas incorporaciones, entre ellos, un nuevo jefe de Unidad: Mateo Cruz y la agente Tanya Mays.

Continuaron los cambios en esta temporada, arrastrando fantasmas de capítulos de temporadas anteriores.
Reid estuvo muy afectado tras el disparo recibido, por lo que se mantuvo en proceso de recuperación física y mental.
Ante tanto caos y crímenes por resolver, dejaron espacio para tramas amorosas. ¿Recuerdas el revuelo que provocó la incorporación de la ex agente del FBI, Kate Callahan?

En esta temporada entraron en juego nuevas amenazas para el equipo: organizaciones de sicarios y una temible red de hackers que puso en riesgo las redes mundiales.
La Unidad de Análisis de Conducta se mantuvo en movimiento mientras JJ estaba de baja por la maternidad de su segundo hijo.
Aisha Tyler, una psicóloga criminal, fue la encargada de sustituirla.

Tras la huida de 13 criminales de una prisión de máxima seguridad, el pánico estuvo servido. Afectados por los daños ocasionados en antiguas temporadas, nuevamente la Unida tuvo que hacerse con el control de estos criminales.
La tarea se complicó, así que los refuerzos empezaron a ser más que necesarios. Para ello, contaran con la ayuda de un ex miembro del FBI, Adam Rodríguez, y en la división de inteligencia, Stephen Walker.

A pesar del trabajo y esfuerzo realizado por el equipo, el prisionero Peter Lewis, se les volvió a escapar. No solo huyó teniendo cadena que cumplir, sino que, en su huida de la cárcel, dejó una bomba en el coche de la Unidad, provocando heridos y una inesperada baja en el equipo.
En esta temporada, no solo fue Lewis el que provocó quebraderos de cabeza en el equipo, también se sumaron otros asesinos ya conocidos por la unidad.

Penúltima temporada de la serie, capitulo 300 y acontecimientos inesperados: dos personas del equipo fueron secuestradas por Benjamín Mena, un malvado y oscuro líder de un culto mesiánico.
Los Creyentes comunicaron que se cumpliría una profecía, por lo que la Unidad realizó un trabajo incansable para poder recuperar a sus compañeros sanos y salvos antes de que fuera demasiado tarde.